Cuando los animales piden auxilio: cuentos morales
Metió la cabeza entre las patas y cerró los ojos… Para él no había religión, para él no había habido amor: había despreciado la vanidad, la ostentación; se había refugiado en el afecto tibio, sublime en su opaca luz, de la amistad fiel… y la amistad le vendía, le ultrajaba, le despreciaba…
Este fragmento pertenece al cuento llamado El Quim de Leopoldo Alas Clarín. En él la historia de un perro casero nos lleva de una forma muy sensible y efectiva a reflexionar sobre la situación de los perros abandonados. ¿Nos piden ayuda los animales desde la literatura? ¿Es una buena forma de captar la preocupación de las personas que participan de estas formas de maltrato hacia ellos? ¡Vamos a ver algunos ejemplos más!
Quizá recordéis del post literario sobre la figura de Charles Bukowski (http://omnipresenteblog.wordpress.com/2014/09/22/charles-bukowski-animalista/ ) la imagen de una obra de arte de Bansky en que se denunciaba la trata de animales para la industria cárnica, por si la memoria os falla…

Obra del artista británico Bansky para denunciar la crueldad de la industria cárnica. Él mismo se formó como carnicero.
La imagen quizá impresione, pero ¿empatizan realmente las personas con ella? El autor de El Quim escribió un cuento maravilloso que señala el paralelismo entre el viaje de los animales hacia el matadero y el que realizan los soldados desde sus lugares de origen hasta el lugar del conflicto en que probablemente perderán la vida. ¿Son situaciones tan diferentes? Os invito a leerlo. Se llama ¡Adiós, cordera! y seguramente os mueva algo dentro para siempre.
No fue, sin embargo, Alas Clarin el único autor que atrajo la vista de los lectores a temas como el abandono de animales de compañía o el trato que reciben los animales que van al matadero, uno de los cuentos que más me han impresionado sobre este tema, el primero que conocí, por cierto, es de Emilia Pardo Bazán y se llama La navidad de Peludo y habla del trato que reciben los burros de carga a través de un cuento de navidad sobre uno de ellos.
En muchas ocasiones los animales nos hablan desde las mano de los poetas que ellos escogen. Muchas veces les oímos de pasada y nos enternecemos con sus historias, pero ¿No sería demasiado irresponsable cerrar los libros sin escucharles?