El Verano fastidia al humano
Los veranos apasionan a la gente. Todo el mundo parece preferir esta época del año a cualquier otra, se sienten más felices, se abren a nuevas emociones, se predispone al amor, quiere salir y disfrutar más de la calle, enseña su cuerpo, pero la canícula no es tan buena como la pintan y se lo voy a demostrar a lo largo de estas líneas. Porque el verano fastidia a los humanos.
No, no me he vuelvo loco. No, no estoy para que me encierren. No, me he dado ningún golpe en la cabeza antes de ponerme frente al ordenador ni esto es fruto de una mala experiencia estival… Toda esta línea de pensamiento solo obedece a la razón. El verano no merece ni mucho menos la pena y no tiene punto de comparación con épocas mucho más benignas como el invierno.
El verano te impide tapar aquellos defectos que tanto odias. Por ejemplo, no puedes taparte la verruga del cuello con un jersey de cerrado sin que puedas padecer sarampión o un golpe de calor que te asome al otro barrio.
El Sol quema y, no ya sólo te puede provocar enfermedades graves, sino que luego tienes que combinar todo lo que te pongas con la tonalidad roja de tu piel y esto es complicado sin aparentar haberse vestido con la bandera de España. Esto si el enrojecimiento tiene uniformidad que, si no, puedes llevar encima la señera valenciana, catalana o la bandera de Aragón.
Las vistas. A todos nos gusta ver cuerpos ajenos con menos ropa, pero también según qué cuerpos… A mí me molesta particularmente que sean más esculpidos que el mío, y eso no es muy difícil… ¿Qué se ha creído esta gente de gimnasio? A mí en invierno, la capita de grasa protectora me impide tiritar y castañetear en la parada del autobús por la mañana. ¡A fastidiarse figurines! Luego están las playas… Acabas de arena hasta las pestañas… Yo siempre pienso e indago en cómo me ha podido llegar la arena al pelo ¡si no he hecho el pino! Por favor ¡qué alguien barra la costa española! Lo único bueno que tiene la playa es la sal, yo sólo me bajo el tequila y el limón porque después sólo te queda ir chupando bañistas… No les importa, tranquilícense… Así no se tienen que duchar en casa y además la saliva tiene propiedades curativas ¿o vuestra madre no se ha rozado suavemente el dedo con la lengua antes de limpiarles una herida cuando eran pequeños?
Las pistas de baile se llenan de gente que huele a sudor… y si estamos en una zona costera, las zapatillas abiertas aderezan el ambiente con fragancia de pié usado… ¿Exagero? Si van a una discoteca y no sufren estos inconvenientes en verano, avísenme para frecuentarla yo también.
Bueno con esto me despido. Si todavía no odian el verano, me lo dicen y les escribo otro para tratar de convencerles de que el verano fastidia a los humanos.