Walt Disney y la animación (I)
¿Imaginamos un mundo sin Mickey Mouse? ¿Imaginamos un siglo XX sin Walt Disney?
Dejábamos en suspenso,al terminar el artículo anterior, la animación occidental[1] y sus primeros pasos; los experimentos, los avances técnicos que trajeron la magia de los universos oníricos, fantásticos, imposibles de los dibujos animados.
Sobra decir que hablando de ese mundo recién creado no podemos olvidar una de las figuras más influyentes del siglo XX; Walt Disney, personaje al que siempre resulta difícil acercarse debido a los claroscuros tan evidentes que muestra una lectura rápida de su biografía.
Su nombre completo era Walt Elías Disney, hijo de una familia de granjeros nació en 1901 en Chicago. Desde pequeño hizo gala de su enorme imaginación lo que le llevó, inevitablemente, a la fascinación por el mundo del dibujo hasta llegar a cursar estudios de Arte en la Escuela de Arte de Kansas City[2].
Su primer intento de alcanzar la fama fue Osvaldo el Conejo (1926); tras él ,cogió el testigo la rata Mortimer (1928); no obstante el éxito llegaría de la mano del pizpireto ratón de grandes orejas ,voz chillona (el propio Walt Disney lo doblaría) llamado Mickey y su asociación con el cine sonoro en el corto “Steamboat Willie” (1928)[3]
Con 22 años ya había establecido junto con su hermano Roy la “Disney Brother’s Studio” Gracias a la fama que le proporcionaría Mickey y su pandilla pudo encontrar el camino para realizar el primer largo de animación. Su elaboración se alargó durante 3 años y supuso un gasto de más de un millón de dolares….el resultado sería su ópera prima, la que siempre diría su favorita, Blancanieves y los Siete enanitos.
En el próximo artículo indagaremos un poco más tanto en sus luces como en sus sombras, esa oscuridad que acompañó a décadas de luz y cuentos de la Disney.
“Mi nombre está en boca de mas personas que el de Jesucristo. Millones de personas conocen, por lo menos, una de mis películas. Soy un mito. Mi ratón gusta más que el Niño Jesús y Papa Noel juntos. Es algo que no existía antes de mí, un género artístico, una idea, un concepto, que llega a toda la humanidad, que gusta y deleita a todos. He creado un universo. Mi fama durará siglos”
[1] No entra dentro de este artículo trabajar la deriva oriental que tuvo la animación, quizás en las próximas semanas.
[2] http://www.uhu.es/cine.educacion/cineyeducacion/figurasdisney.htm